REGLA DE LOS 3 ARTICULACIONES
Hay tres tipos diferentes de llaves de sumisión:
llaves lineales, como llaves de rodilla y llaves de brazo
llaves rotativos, como ganchos de talón y Kimuras
llaves de compresión, como cortadores de pantorrilla
llaves híbridas, que combinan dos o más de los anteriores.
Al igual que con las estrangulaciones, a menudo es mejor combinar múltiples mecanismos de ruptura con una llave híbrido. Como ejemplo, si intentas una llave de rodilla (un cierre lineal), agrega algo de rotación para que sea más efectiva.
Pasos para romper:
Hay varios pasos involucrados en los mecanismos de ruptura.
#1: Aislar una palanca.
Aísla efectivamente una palanca creando agarres y cuñas alrededor de dicha palanca. Esto puede implicar un agarre secundario o “excavar” para aplicar realmente una sumisión, como en el caso de un gancho de talón.
#2: Prevenir la defensa.
Comprende las defensas predecibles de tu oponente y aplica medidas preventivas. Esto generalmente implica mejorar tu propia alineación mientras rompes aún más la alineación de tu oponente.
#3: Maximizar la palanca.
Inmoviliza completamente la articulación que está siendo atacada. Esto se hace generalmente utilizando cuñas alrededor de la articulación objetivo y las articulaciones circundantes.
Es importante inmovilizar no solo la articulación que está siendo atacada, sino también otras articulaciones cercanas. Si las articulaciones cercanas aún tienen algo de espacio para moverse, la presión puede distribuirse o “filtrarse” hacia las otras articulaciones y debilitar tu ataque.
Asegúrate de que tus agarres en la palanca objetivo estén colocados para generar la máxima fuerza posible. Esto puede implicar “excavar” para exponer una mano o talón oculto.
Es importante agotar todas las oportunidades de palanca antes de recurrir a la potencia y la fuerza. Una vez que comiences a usar la potencia, reducirás en gran medida tu capacidad para hacer ajustes pequeños durante el intento de sumisión. Los grandes movimientos de cadera deben guardarse para el final.
#4: Aplicar una fuerza abrumadora.
Solo después de haber aislado una palanca, prevenido las defensas y maximizado la palanca, estás listo para usar potencia y fuerza.
Asegúrate de aplicar una fuerza abrumadora involucrando tu núcleo y tantas extremidades como tengas disponibles. Tirar, empujar o rotar solo con tus brazos no es eficiente.
Utiliza la potencia solo cuando hayas maximizado tu capacidad para usar palancas técnicas. La fuerza y el poder deben ser invocados por último.