CONTROLAR LA DISTANCIA

 

Quitar espacio al atacar y crear espacio al defender.

La gestión efectiva de la distancia es un principio fundamental en diversos deportes de combate. Ya sea que te encuentres en el kickboxing, tratando de mantener una distancia segura de los golpes de tu oponente, o en la lucha libre buscando la posición perfecta para derribar, la clave está en dictar los términos del enfrentamiento.

En el Jiu-Jitsu Brasileño (BJJ, por sus siglas en inglés), dominar la gestión de la distancia implica un enfoque estratégico: acortar la brecha al atacar y crear espacio al defender. Profundicemos en algunos ejemplos prácticos de controlar la distancia en el ámbito del BJJ:

1. **Pasando la media guardia:** Al avanzar más allá de la media guardia de tu oponente, elimina el espacio controlando su cabeza y asegurando un underhook lejano.

2. **Defensa en la guardia:** Para evitar un pase de guardia, utiliza un marco efectivo con tus brazos y ejecuta un escape de cadera, creando así un espacio valioso.

3. **Estrategia en la guardia abierta:** Cuando te encuentres en la posición inferior de la guardia abierta, tus opciones son amplias. Puedes crear espacio retrocediendo e incluso ponerte de pie para recuperar el control del enfrentamiento. Alternativamente, puedes pasar al ataque al maniobrar por debajo de tu oponente, limitando su espacio y lanzando ataques a sus piernas.

En el BJJ, al igual que en la mayoría de los deportes de combate, existen tres rangos distintos:

– **Rango corto:** Esto implica mantener una proximidad cercana a tu oponente, aprovechando el contacto corporal para aplicar presión. Es el rango ideal para montar ataques.

– **Rango medio:** Ni muy cerca ni muy lejos, esta zona intermedia debe evitarse, ya que te deja en una posición vulnerable, sin atacar ni defender con autoridad.

– **Rango largo:** Mantener una distancia segura de tu oponente te permite establecer posturas defensivas efectivas. Este rango es óptimo para la defensa.

La regla de oro es clara: evita quedarte en el rango medio. A esta distancia, ni afirmas el dominio ni estableces una defensa sólida. Para dictar el curso del combate, siempre busca presionar el ataque o consolidar tu postura defensiva.

Por ejemplo, al ejecutar técnicas de guardia abierta desde la posición inferior, busca estar en proximidad cercana para un enfoque agresivo o mantener una distancia significativa para una sólida postura defensiva.

Un error común durante el sparring es comenzar desde una posición de guardia estática en lugar de luchar activamente por el control. Recuerda que quien gestiona la distancia a menudo dicta los términos del enfrentamiento.

En esencia, la gestión competente de la distancia es el eje central para controlar la narrativa de un combate. Depende de ganar las batallas de agarre, ajustar y reforzar los marcos con destreza cuando sea necesario, mantener una alineación adecuada y romper la alineación de tu oponente, incluyendo su base, postura e integridad estructural. Dominar estos aspectos garantiza que permanezcas en una posición favorable, impermeable a las maniobras defensivas de tu oponente.

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